sábado, 23 de abril de 2011

El bambú japonés


No hay que ser agricultor para saber que una buena
cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego.
También es obvio que quien cultiva la tierra
no se detiene impaciente frente a la semilla sembrada,
y grita con todas sus fuerzas: ¡Crece, maldita seas!

Hay algo muy curioso que sucede con el bambú
y que lo transforma en no apto para impacientes:
Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.
Durante los primeros meses no sucede nada apreciable.
En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años,
a tal punto que un cultivador inexperto
estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año,
en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece¡más de 30metros!
¿Tardó sólo seis semanas crecer? No,
la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad,
este bambú estaba generando un complejo
sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento
que iba a tener después de siete años.

Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas
tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados,
sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno
y que éste requiere tiempo.

Quizás por la misma impaciencia,
muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo,
abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.
Es tarea difícil convencer al impaciente
que sólo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante
y saben esperar el momento adecuado.

De igual manera es necesario entender
que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones
en las que creemos que nada está sucediendo.
Y esto puede ser extremadamente frustrante.
En esos momentos (que todos tenemos),
recordar el ciclo de maduración del bambú japonés,
y aceptar que en tanto no bajemos los brazos
-, ni abandonemos por no "ver" el resultado que esperamos-,
si está sucediendo algo dentro nuestro:
estamos creciendo, madurando.

Quienes no se dan por vencidos,
van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y
el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice.

El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación.
Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y
nos obliga a descartar otros.
Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia.
Tiempo... Cómo nos cuestan las esperas,
qué poco ejercitamos la paciencia en este mundo agitado en el que vivimos...
Apuramos a nuestros hijos en su crecimiento,
apuramos al chofer del taxi...
nosotros mismos hacemos las cosas apurados,
no se sabe bien por qué...
Perdemos la fe cuando los resultados no se dan
en el plazo que esperábamos,
abandonamos nuestros sueños,
nos generamos patologías que provienen de la ansiedad, del estrés...
¿Para qué?
Te propongo tratar de recuperar la perseverancia, la espera, la aceptación.
Si no consigues lo que anhelas, no desesperes.. .
quizá solo estés echando raíces....


Cuento Zen

8 comentarios:

  1. Siempre tenemos prisa por ver progresos y cambios si son para cosas mejores, pero curiosamente hay cambios para los que no tenenemos ninguna prisa (vejez, muerte, enfermedades...), así que esto como todo en la vida es relativo. No existen verdades absolutas.
    Aprendemos a tener paciencia cuando anhelamos algo mucho y nos desesperamos cuando las cosas malas van muy rápido.
    Así es la vida¡¡¡
    Un abrazote grande

    ResponderEliminar
  2. Gracias Lola por tu visita guapetona.
    Afortunadamente aprendí a ser paciente, cosa que me ha costado casi media vida hacerlo.
    Feliz dia de la madre!!!!

    ResponderEliminar
  3. Leer con toda la calma algo que nos hace meditar...

    ResponderEliminar
  4. Precioso....gracias por pasearte por mis letras.
    Abrazos

    ResponderEliminar
  5. Hola Bichi! digo...Mari o Maria.

    Me gusta este cuento Zen. No te olvido. Un abrazo desde la distancia...

    ResponderEliminar
  6. Amig@ anónimo, me has dejado en ascuas y qué malo es eso, mi curiosidad ahora queda tocada.
    Por curiosidad ¿escribes desde frias tierras?
    Me ha hecho ilusión tu comentario, seas quien seas lo recibo con cariño.
    Un abrazo desde la diatncia para ti, pero cargadito de mucha curiosidad. :-)

    ResponderEliminar
  7. Fra de kalde land jeg skriver. Og nå tror jeg du vet hvem jeg er. En klem...desde la distancia.

    ResponderEliminar
  8. Jose qué ilusión leerte, he utilizado el traductor de Google, es una maravilla, muchas gracias por pasar de vez en cuando.
    No utilizo este blog, salvo las veces que me enfurezco con los acontecimientos que están pasando en España que me tienen rebotada, y pienso en plasmar por aqui mis sentimientos, pero se queda sólo en intención porque no lo hago.
    Un abrazo desde la distancia para ti y los tuyos, veo que continúas en frias tierras, me hace pensar que te va bien y eso me alegra enormemente.
    Gracias por pasar y hacerme sentir que estás por aqui.

    ResponderEliminar