domingo, 28 de diciembre de 2008

Cosechando amor

Acabo de dormirte en mi regazo, una nana suena de fondo, la postura de tu cuerpecito es tan perfecta que posiciona tu corazón junto al mio.
Ahí me he dado cuenta una vez más, que has llegado para instalarte en él, abrirme los ojos y mostrarme el sendero por el cual he de transitar.
¡Qué ciega he estado mi pequeña! He necesitado de tu luz con apenas unos meses de vida para iluminar mi camino.
Pudiera imaginarme ser tu madre sin haberte parido.

En dos semanas Marta, tu prima, cumplirá dieciséis años. Al tiempo de su llegada nos abordaba la idea de tener otro hijo; por aquellos días nos planteábamos el adoptar a un niño, sentiamos esa necesidad..... ¿para qué procrear uno habiendo tantos pequeños faltos de cariño? Pero la duda y el temor siempre asomaba ante mi....¿teniendo ya una hija biológica sería capaz de darle el mismo cariño a ambos? ¿No antepondría a Marta ante su nuevo hermanito?
Admito que sentía cierta desconfianza hacia mi persona, el temor de no hacer lo correcto y no ser justa me atemorizaba.
Pasó el tiempo y entre duda y duda esta idea se congeló.
Marta creció,me otorgaba ya el privilegio de disponer de un tiempo para mis cosas,así que retomé los estudios y pude empezar un proyecto que quedó parado en el tiempo por cuestión de prioridades.
Empecé acceso a la universidad para mayores de 25 años, de esto hace ya seis años, lo tuve que dejar porque era incompatible con mi trabajo, mi casa, mi hija.....me entrego al cien por cien en todo lo que empiezo y de no haberlo dejado me hubiera frustrado, me faltaban horas para el estudio.
Este abandono me dejó muy tocada, creo recordar que me sentí una perdedora, mi afán por estudiar era para prepararme mejor y poder participar en algún proyecto de ayuda allá dónde me necesitaran.
Y va y llegas tú a mi vida......y me dices sin hablar que no era necesario estudiar, que hay otras formas para poder ofrecer amor.
Te miro, y siento tanto cariño que no puedo dejar de pensar en dónde estarías ahora, con qué familia compartirías tus llantos, tus risas.....
Te siento feliz entre nosotros, y no puedo dejar de pensar en tantos niños como están esperando recibir un poquito de calor, de afecto, de amor.

Este sentimiento, junto a documentos testimonios que he ido encontrando por la red,
mis charlas con los servicios sociales, han abierto éste corazón aletargado en el tiempo.
Es hora de despertarlo, hay que aportar lo que cada uno pueda.....el paso por aqui ha de servir para algo y si tienes aunque sea un poco ¿porqué no compartirlo?.

Encontré unos diarios cuando llegastes a nuestra vida, lo guardo como una de las cosas de más valor que poseo, me encantaría que lo leyeras y espero que despierte en ti el sentimiento de amor que brota en mi....

EXPERIENCIA DE ACOGIMIENTO

Noviembre de 2003

Oigo llorar a M. en la cuna, ella sabe que si insiste un poco iré a buscarla y la levantaré, la besaré y consolaré hasta que deje de llorar. Es tan pequeña que no puede recordar un tiempo en el que no tuviese una mamá que se preocupara por ella, y es tan pequeña que no sabe que en realidad yo no soy su mamá y que en pocos días su vida va a cambiar totalmente al ir a vivir con su familia definitiva.

1 de Diciembre

Lucho contra el sentimiento de culpa mientras cambio las sabanas de la cuna por otras limpias en espera de que pronto otro bebé pueda ocuparla, sabiendo sin embargo, que ningún otro podrá ocupar el lugar que va a dejar M.

2 de Diciembre

Ayer entregamos a “nuestra bebé” a su familia adoptiva. Fue tan rápido que en un momento pasé de tener en brazos a “mi pequeña” a caminar hacia el coche con un gran ramo de rosas rojas en su lugar. Ayer entregamos a “nuestra niña” y hoy hemos ido a recoger a J. al clínico. Nunca ocupará el lugar de los anteriores, ni es nuestra intención que lo haga, pero ayuda a mitigar el sentimiento de pérdida dejado por M.
Hoy R. le ha preguntado a su padre ¿a quien quieres mas a M. o a J.? y mi marido, como si hubiese tenido la respuesta preparada, casi sin pensar ha contestado: a J., M. tiene una familia que la quiere pero él no tiene a nadie, solo a nosotros.
Hasta que entramos a formar parte del grupo de familias de acogida pensaba, de manera egoísta, que era mejor que el programa de acogimientos todavía no funcionase cuando mi hijita estaba en el centro, prefería pensar que ella no había conocido a otra mamá que yo.
Desde que yo he pasado a ser una madre de acogida, mi perspectiva ha dado un giro de 180º. Ahora me doy cuenta de lo distinta que podía haber sido la vida de mi niña en un hogar, con una familia, con el cariño que necesitaba durante su primer año de vida.
Sobre todo al acoger en nuestra familia a J. y ayudarle a superar el síndrome de abstinencia, al ver como se va calmando mientras le susurro que todo va a ir bien, que enseguida pasará, me he dado cuenta lo mucho que tubo que sufrir mi hija sin una persona especial a su lado, sin alguien que la abrazara y consolara cuando pasaba por un mal momento y su cuerpecito se estremecía por la necesidad de drogas y cariño. No se lo que daría por haber podido pasar con ella ese tiempo, pero ya que no pudo ser así querría que otra persona hubiese tomado mi lugar en esos momentos y que mi hija no hubiese tenido que pasar ese tiempo en una institución, en la que sin dejar de estar bien atendida y sus necesidades físicas cubiertas, no recibió el cariño que una familia le hubiera dado.
He de reconocer que me duele y me molesta cuando la gente me dice: “ay, yo no seria capaz de hacer eso, yo no podría tener un niño en casa y luego entregarlo, lo pasaría muy mal, yo me lo quedaría” y lo dicen como si al no ser capaces de hacerlo fueran mejores personas, como si pudieran quererlos más de lo que nosotros los queremos, como si a mi no se me rompiera el corazón cada vez que entrego a uno de “mis niños”.
Nadie sabe lo que yo siento en el momento de decirles adiós, en las horas previas a la despedida, al preparar su maleta, al susurrarle al oído que todo va a ir bien, que su familia le espera y que van a ser muy felices juntos.
Nadie sabe si duermo la noche anterior, o la noche siguiente pensando, llorará, me echará en falta, habrá comido, ahora estará dormido… tantas preguntas sin respuestas.
Nadie sabe la cantidad de veces que un corazón puede romperse.

20 de Agosto de 2005

Es de noche, hace ya rato que todos duermen y la casa esta extrañamente en silencio; detrás de cada puerta cerrada duerme un niño que no es mío, es el momento en el que yo, agotada, intento relajarme en el sofá, cuesta desconectar, las imágenes del día se suceden en mi mente, lo hemos conseguido, ha pasado un día mas, pienso en las cosas que podrían haberse hecho mejor, y en aquellas que salieron bien, en los buenos y en los malos momentos vividos en esta jornada.
Es cuando te preguntas si todo esto vale la pena, como a veces nos dice la gente: “sacarlos de su entorno, mostrarles lo que es un hogar, con las comodidades que tal vez ellos nunca tengan, con la estabilidad que su familia no ha sabido darles, el hacerles olvidar los gritos, los malos tratos, la angustia vivida y luego, cuando todo para ellos encaja, devolverlos a su mundo”
¿Valen la pena, las lagrimas, las penas, el trabajo casi siempre agotador, los pequeños pasos y los retrocesos, la preocupación por su futuro y los duros recuerdos que siempre quedan al final?
Y la respuesta es que SI, vale la pena, sin lugar a dudas, si vale la pena
Ya queda un día menos para que finalice este acogimiento y un día menos para que empiece el siguiente……..

(Madre acogedora del Programa de urgencia)


LA DESPEDIDA

Te fuiste ayer, bueno no te fuiste se te llevaron, seguro que si te hubieran preguntado a ti y si tu hubieras podido hablar habrías pedido que te dejaran aquí, nosotros lo deseábamos con el corazón, pero con la cabeza comprendíamos que eso no podía ser, que tu necesitabas unos padres, y con una gran pena lo aceptábamos, nos dolía tu marcha, todos sabemos que no podemos mandar en los sentimientos, y en estos momentos que mezcla de ellos experimentamos, ya ni sabríamos decir cuales son, ¿resignación? o….. ¿tristeza por tu partida? tal vez….. ¿alegría por tu nueva situación? algo de….. ¿envidia hacia tus padres? la….. ¿esperanza de volver a verte algún día? un poco de….. ¿orgullo y satisfacción al ver tu expresión feliz y tu aspecto saludable? también mucha…..¿gratitud por los meses de felicidad que nos has dado? todos ellos y seguramente mas
Recuerdo el día en que nos conocimos, el día en que entraste en nuestra vida y nosotros en la tuya, recuerdo la primera impresión que nos diste, recuerdo como mirabas todo con tus grandes ojos muy abiertos, y también como llenaste nuestra casa de alegría, como fuiste ganándote poco a poco el corazón de todos los miembros de esta familia. Que vacía parece ahora la casa sin ti, que triste y silenciosa está, ya no escuchamos tus risas, tus grititos incluso tus llantos, ya no oiremos como llamas nuestra atención llamándonos a tu manera, ya no te veremos mas sentado a nuestra mesa y pidiendo que te dejemos probar todo lo que nosotros comemos, ya no nos acompañaras mas en nuestros paseos, incluso es posible que ya no hagamos aquellos paseos que hacíamos, pues hemos perdido el aliciente, anoche ya no dormiste en tu cuna, por primera vez en muchos meses estaba vacía, pero en cambio, aun nos parecía escuchar tu respiración tranquila y pausada.
Con que alegría por las mañanas cuando escuchábamos tus llamadas acudíamos a tu dormitorio haciendo un verdadero ritual de tu despertar, como íbamos levantando la persiana de tu habitación mientras te cantábamos el “bon día” y la luz del sol entraba por la ventana, como nos sonreías, te ponías de pie en tu cuna y nos tendías tus bracitos para que te cogiéramos, y cuando lo hacíamos como te abrazabas a nuestro cuello con alegría y manifestabas tu satisfacción pateando en el aire. ¿Cómo podremos olvidarte si te has llevado un pedazo de nuestro corazón?
Ahora empiezas una nueva vida, y te deseamos lo mejor, te deseamos que tus padres te quieran incondicionalmente, que te apoyen en todo, que siempre estén a tu lado, que la alegría y la ilusión con la que te han recibido no se les acabe nunca y que seas siempre muy, muy feliz, en el amplio sentido de la palabra, que nunca te falte en esta vida el cariño y el amor, y que sepas que nosotros te queremos y te querremos siempre, aunque sea en la distancia y en el silencio.
Adiós hijo mío, y permítenos que te llamemos así aunque solo sea por esta vez, porque durante este tiempo es lo que has sido para nosotros, un hijo, un hijo muy querido y como tal permanecerás para siempre en nuestro recuerdo. Adiós.

Familia de acogida



Gracias mi pequeña, ahora sigue durmiendo, tu tata vela por ti, dulces sueños.........


Leer más...

sábado, 13 de diciembre de 2008

FELIZ NAVIDAD

Os deseo un año lleno de amor y de paz, en el que todos los corazones puedan llegar a unirse por un mismo deseo de solidaridad hacia los más desfavorecidos.

Leer más...

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Aquí he llegado, aquí me quedo.

Nací hace 42 años...demasiados muchos o quizás demasiados pocos, todo es tan relativo.......
Fui obligada desde muy niña a ejercer de adulta y ahora que supuestamente soy adulta me empeño en querer ejercer de niña.
Lo que me fascina aún hoy, a pesar de haber transcurrido el tiempo, es que la niña de ayer y la mujer "niña" de hoy, seguimos conectadas, con el mismo entusiasmo hacia las mismas cosas, los mismos sentimientos. Nadie ha conseguido tumbarnos, seguimos peleando ambas en contra de la injusticia, también es cierto que muchas veces la injusticia se torna sobre nosotras, a veces incluso nos tumba; pero esto hay que aceptarlo así, tal cual llega, como la vida misma.
Muchos días quisiera ser Alicia en el país de las maravillas......para soñar, jugar, desconectar del mundo de los mayores, porque mi niña chica así lo necesita. Salgo a la calle y disfruto viendo a los peques divirtiéndose y no pierdo ocasión de engancharme a su juego, los pobres ven a una mujer grande que les pide su peonza para probar suerte, y en realidad es mi niña que dejó esa tirada en el aire y ahora vuelve a lanzarla con fuerza .......qué lejos queda todo.
Bueno por hoy y dado que es tarde voy a acostar a mi pequeña, la que llevo dentro, quizás me regale esta noche un sueño y me desplace hasta tiempos pasados en los que creía que era feliz.....hay que ver cómo los mismos ojos, a medida que el tiempo avanza, observa los mismos hechos con distinta perspectiva....esto será lo que llaman evolucionar o quizás simplemente abrir los ojos.
Yo ahora voy a cerrarlos.....buenas noches.


Leer más...

Parece que ésto empieza.

No sé siquiera con qué intención ha nacido ésto, sólo necesitaba un rinconcito en donde poder gritar a los cuatro vientos, reír cuando se tercie, denunciar cuando proceda, necesito este rincón para sentir que estoy, que soy.

Leer más...